“TENGO ALGO QUE DECIR” es un alegato de autodefensa de una víctima de su propia vida y de una sociedad que a base de cerrar caminos, guía sin remisión a una madre a un destino no buscado.
¿Fue ésta una historia real?
Tal vez, pero lo tremendamente real son las situaciones que día a día vemos a nuestro alrededor, tan dramáticas o más que las que esta mujer nos narra.
¿Inocente o culpable?
I. De Miguel
Reseñas de Fuengirola
Pero aquí no queda todo, porque esta mujer y su acompañante son incombustibles y vienen cargados con todo lo necesario, no sólo para hacer cinco sesiones de cuentacuentos a chicos y chicas de entre 17 y 18 años, sino que en un hueco que quedó, no le faltaron tablas, ni ganas, para regalarles a los participantes de los clubes de lectura y algunos amigos, un monólogo.
Monólogo que nada tenía que ver con lo anterior, que supuso un importante cambio de registro, con el que pasamos de oír risas a escuchar sollozos.