Una de las cosas más divertidas que tenía la Templanza de calle Solet, era cuando me preguntaban por el cuarto de baño.
Mi respuesta era entregar un rotulador permanente, e indicar que se encontraba en la sala de arriba.
La pregunta habitual "¿Y esto?" mi respuesta "Enseguida lo sabrás".
Y aquí está la razón por la que la gente tardaba tanto en volver del WC.
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